Vesna Bernardic Zagreb, 20 jun (EFE)- Un nuevo testimonio sobre el lugar donde los nazis croatas (ustachi) supuestamente enterraron grandes cantidades de oro cuando al final de la Segunda Guerra Mundial huían de los partisanos hacia la zona aliada, ha reavivado la leyenda del "tesoro ustachi".
Se trata de unos 250 kilos de oro en lingotes, desaparecidos en el camino entre Zagreb y la frontera entonces yugoslava con Austria.
Mientras algunos consideran que su búsqueda es una labor poco seria, otros no paran de soñar con hacerse con el famoso tesoro y buscan desde hace años con detectores de metales en varias zonas de lo que hoy es Eslovenia.
"Sé dónde están enterrados los lingotes de oro y estoy dispuesto a mostrar ese lugar en Eslovenia", aseguró esta semana Ilija Mamic, un croata que en los años setenta conoció en Australia a un antiguo ustachi en el exilio quien aseguró haber participado en el traslado del tesoro.
Mamic dijo que Frano Zagorac, un antiguo colaborador del ex líder fascista croata Ante Pavelic, le describió hace 30 años el lugar exacto donde el oro fue enterrado.
Contó que de regreso de Australia a Croacia fue detenido por la policía, que sabía con quién había estado en contacto.
Sólo reveló la parte del secreto que se refería a la capital Zagreb, lo que resultó ser cierto, ya que los agentes realmente encontraron parte del oro en el lugar indicado.
El rotativo "Varazdinske vijesti" publicó el año pasado un testimonio similar de un ex coronel ustachi llamado Augustin Gavran, quien aseguró que el tren en el que los ustachis huían por la vecina Eslovenia hacia Austria fue minado por los partisanos cerca de la localidad de Zidani Most.
Tras la detención forzosa del tren, el grupo de fascistas siguió su huida a pie pero enterró once baúles con lingotes de oro cerca de las vías férreas.
Marko Strovs, jefe de la Comisión del Gobierno esloveno para fosas comunes no considera serios esos testimonios.
"En esta situación de recesión económica nos vendría bien alguna que otra barra de oro, pero eso es poco serio", comentó el experto en declaraciones a Efe.
"Seguro que los partisanos observaban con binoculares desde las colinas el tren que habían minado. Ellos habrían sido los primeros en ver cómo los ustachis enterraban los baúles", añadió.
Joze Dezman, director del Museo de Historia Contemporánea de Liubliana, opinó sin embargo que "en una leyenda tan viva como esa debe haber algo de verdad".
"Hay muchos que buscan ese oro. Hay individuos que rastrean desde décadas el terreno con detectores de metal", explicó.
Aunque no hallaron el oro, su actividad ha sido provechosa ya que fueron encontradas 15 fosas comunes de la época de la postguerra, añadió Dezman.
En su libro "El oro y el dinero del Estado Croata Independiente llevado al extranjero en 1944 y 1945", el historiador croata Jere Jareb afirma que 290 kilogramos de barras de oro fueron sacados en 13 baúles el 7 de mayo de 1945 del Banco Estatal Croata en Zagreb.
Dos de esos baúles cayeron en manos de los partisanos y 11 fueron repartidos entre los ustachis fugitivos y gastados por ellos en la emigración, según Jareb.
Parte de ese oro había sido robado de decenas de miles de judíos croatas, antes de ser asesinados en el campo de concentración de Jasenovac, afirma el historiador.
Las fuerzas pro-nazis que junto con sus familias huían a Austria para no caer en manos de los partisanos comunistas fueron devueltas por los aliados a la entonces Yugoslavia, donde los partisanos los liquidaron en masa.
Por eso, en Eslovenia se siguen descubriendo fosas comunes de ese período, como en Tezno donde en 2007 aparecieron los restos mortales de unos 18.000 fusilados, y en la mina de Huda Jama este marzo pasado, con al menos 5.000 cadáveres momificados.
Ante Pavelic logró huir en 1945 a Argentina y luego se desplazó a la España de Franco, para morir en Madrid en 1959.
Fuente: EFE vb-jk/rs/
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